De locos…
mientras algunos lloran de emoción, renuevan la esperanza, festejan que les van
a romper el orto o simplemente sonríen creyendo en un cambio que les devuelva
una razón para seguir; Otros minimizan, pasan de largo o esperan que las
fuerzas de la resistencia se planten frente a un brutal ajuste que guste o no
va a venir….
Así se vivió el día
de la asunción de Milei; El libertario, que será recordado por juntar gente
espontanea que sonreía mientras le decían que la iban a ajustar en serio, que
la va a pasar mal y que, si esperaba, no uno o tres meses, sino dos largos
años, tal vez vería luz al final del supuesto camino… (¡manera elegante de te
vamos a romper el orto, pero vos sabes que te gusta!)
Ante todo, quiero
decir que en la retórica las ideas de la libertad son simpáticas, que el “estandarte”
donde uno ayuda al otro mientras se desarrolla es una utopía linda, que es al menos
deseable y que el estado de las cosas en Argentina necesita de una ilusión,
aunque esta parezca más inverosímil que película de superhéroes…
Luego me gustaría
plantear que Milei es bien argento, no cumplió con los horarios pautados por el
protocolo, sentó más de treinta minutos a trece mandatarios extranjeros con
calor a pleno sol de un medio día de diciembre y dio un discurso con frases ya
hechas que no aportaron nada adicional a lo que decía cuando se lucia como
comentarista de TV…
Claro que ahora
las decía como presidente…
Un presidente inédito
y disruptivo, con una promesa de ajuste y clima denso para todos los argentinos,
pero, con la ilusoria promesa de que este camino de fuego se transite por última
vez; En definitiva, nada que no hayamos escuchado antes, pero con un nuevo
envase…
Más allá de todo
lo que ya leíste o escuchaste el día de la asunción de Milei no trajo ninguna
certeza de nada, más allá de la reducción a 9 ministerios.
No se ve un plan,
no se sabe el porcentaje de la devaluación. No se abordó ningún problema con
una solución creativa… No nada….
Iremos viendo si
la falta de definiciones tiene que ver con la improvisación o con la forma de
comunicar que cuando perdamos derechos los deberemos perder con cara de feliz cumpleaños….
No es tiempo de
criticar ni de poner palos en la rueda… ¡Pero el día uno no dejó nada, o casi
nada, para analizar… Ampliaremos muy pronto… Espero!